Este libro ofrece una mirada inspiradora sobre la integración entre ciencia y espiritualidad. Describe el paso de la dualidad en la que vivimos a la unidad en la que todos somos la manifestación de una misma conciencia en la que “yo soy tú”.
En el libro se plantea con múltiples anécdotas y experiencias personales de Enric Corbera, lo que lo hace fácil de comprender y entretenido de leer.
Esta publicación invita a ir más allá de la comprensión intelectual, incluso intuitiva, de los principios de Un Curso de Milagros. Tiene el propósito de hacerlos más accesibles a todas las mentes atrapadas en la dualidad, sustentada en la creencia en la separación.
Propone buscar vivir la experiencia de la conciencia de unidad en nuestra propia vida.
El eje que atraviesa “Yo soy tú” es la conciencia de unidad. Esto es: no es que el otro no exista, sino que lo que percibimos en los demás tiene que ver con nosotros.
La forma de ver lo que sucede es el resultado de nuestra posición mental y emocional en el campo de la conciencia. Lo que percibimos como separado, en realidad, se complementa con nosotros.
Todo en nuestro universo está formado, en su esencia, por dos polaridades. “Yo soy tú” nos propone la integración, la plena comprensión de que siempre estás frente a ti mismo/a.
En esta línea, también los temas más actuales de nuestra sociedad pueden verse desde una perspectiva integradora. Podemos reconocer el vínculo entre nuestras emociones y el entorno gracias a una mente no dual.
El primer capítulo parte de una interpretación de la película Matrix, como una alegoría del despertar. Una metáfora que nos ayuda a comprender que vivimos en una realidad virtual que se halla en nuestra mente y que nos tiene atrapados en una manera de ver y entender el mundo: la dualidad.
Desde la conciencia de unidad, todo lo que nos sucede y con quien nos relacionamos tiene una finalidad: conocernos a nosotros mismos y evolucionar mediante la integración de los opuestos. Al vivir en un mundo polarizado, trascender la percepción con la que interpretamos la vida se logra mediante el no posicionamiento y la ausencia de juicio egoico.
Conforme dejemos de identificarnos con el ego como si fuera nuestro verdadero yo, se hará más evidente en nuestra vida ese algo que siempre está presente, al servicio, sustentándolo todo y manifestándose por doquier. Por eso se le llama «Presencia».
Lo que percibimos como separado en realidad se complementa. Lo masculino no tiene sentido sin lo femenino, lo blanco necesita lo negro para ser reconocido, el bien y el mal, el frío y el calor, el brillo y la sombra, etc.
En cada par, el uno no existiría sin el otro y se dan sentido mutuamente, conformando una realidad que va más allá de sus manifestaciones.
Todo en nuestro universo está formado en su esencia en dos polaridades. Incluso la psique humana, que se expresa como personalidad —aquello que creemos que somos— y sombra —aquello que negamos o rechazamos de nosotros mismos—.
“Tú no ves lo que eres, sino su sombra.”
Rabindranath Tagore
Nos genera la necesidad del control porque vivir en la incertidumbre nos llena de pánico. Esto nos lleva a la trampa de creer que la causa de lo que nos ocurre es externa y lo pretendemos controlar.
“Yo soy tú” nos lleva a la integración, a la plena comprensión de que siempre estamos frente a nosotros mismos. La atracción hacia la otra polaridad es irracional, es una fuerza que busca la completitud, para sentirnos plenos y con sentido.
Los estados emocionales son los vehículos que nos llevan a conectar la mente con el cuerpo, viajar desde el consciente hacia el inconsciente para tomar contacto con nuestro ser. Es el viaje que propone “Yo soy tú: La mente no dual”.
Cuando no reprimimos las emociones y las observamos, ellas nos pueden guiar a su origen para comprenderlas y darles un nuevo sentido. Su “para qué” puede ayudarnos a salir del victimismo y entender su valor en nuestro proceso de evolución y sanación para alcanzar la anhelada paz interior.
Cuando nos convertimos en nuestro propio observador podemos reconocer la influencia de nuestra forma de ver el mundo sobre las experiencias que vivimos. Nos damos cuenta de que las emociones que sentimos se transforman y dejan de dominarnos para pasar a ser herramientas a través de las cuales conocernos y crecer.
Esto nos permite hacer un proceso de indagación. Este consiste en ver qué hay detrás de todas estas emociones y en encontrar las creencias que las sustentan, los programas que las alimentan.
El siguiente paso es aceptar las emociones. Así, podremos aprovechar su energía para crear un vacío que permita que nuestra conciencia más profunda manifieste en la mente/cuerpo la solución al problema que creemos estar viviendo.
“Tu problema no es el sueño. Tu problema es que te gustan unas partes del sueño y otras no. Cuando veas el sueño como sueño, habrás hecho cuanto se precisa hacer.”
Nisargadatta Maharaj
“Yo soy tú: La mente no dual” habla del despertar como el corregir la mente errónea. Esto consiste en reconocer que lo que vemos es una interpretación, que lo que pensamos no es verdad, que nuestra manera de experimentar lo que nos sucede es una opción.
Este enfoque nos permitirá trascender nuestros condicionamientos y acceder a infinitas posibilidades. Es comprender para poder elegir quién ser y cómo vivir.
El libro te lleva a tomar conciencia que la causa eres tú y lo que te atrae o rechazas son efectos. Te lleva al único lugar donde puedes hallar todas las respuestas: a ti mismo.
Así, puedes reconocer tus proyecciones y sus “hijas”, las percepciones. Al hacer esto recobras tu auténtico poder, el poder de elegir quién quieres ser en cada situación de tu vida.
En la medida en que tu autoconciencia aumenta irá desapareciendo tu apego a las cosas del mundo para convertirse en una experiencia de vivir en armonía con todos y con todo.
Siguiendo el alentador mensaje de UCDM, podemos reconocer que el despertar es inevitable. El cuándo y el cómo, que pertenecen al ámbito de la dualidad, dependen del nivel de conciencia de cada persona.
Nos invita a bendecir en el instante cada situación, sea la que sea, pues comprendemos que en estas experiencias reside el poder de transformar nuestra vida. Salir del victimismo y hacernos responsables de nuestras decisiones impulsa el despertar.
Esto se consigue reconociendo en los demás aquellas partes de uno mismo que sin ellos no podríamos ver. La auténtica espiritualidad es comprender que la unidad se expresa en la dualidad para reconocernos como auténticos creadores de nuestras vidas.
Este libro busca inspirar una forma de ver los temas más actuales de nuestra sociedad desde una perspectiva integradora, pues resalta el vínculo entre nuestras emociones y el entorno.
Siempre nos relacionamos con nosotros mismos a través de los demás. Así es como se expresa la unidad en la pluralidad.
En nuestro mundo dual 1 + 1 es igual a 2, pero en nuestra conciencia 1 + 1 siempre es 1.
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En este pódcast, Enric Corbera explica los conceptos básicos sobre Un Curso de Milagros, el que se basa en la conciencia de unidad.
El video Enric Corbera ofrece tips para transformarnos en observadores conscientes de nuestra realidad con el objetivo de recuperar la capacidad de desarrollar soluciones creativas y flexibles a los problemas de siempre.
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