¿Hasta qué punto decidimos lo que queremos o lo que pensamos? ¿Cómo podemos transformar lo que nos limita? ¿Es posible desarrollar la libertad emocional?
Las respuestas a estas preguntas tienen mucho que ver con nuestras creencias y en este artículo veremos cómo podemos utilizarlas para evolucionar.
En este podcast Enric Corbera explica cómo las creencias inconscientes determinan nuestra forma de percibir el mundo. Comparte ejemplos de las principales creencias limitantes, que son las que nos impiden cambiar, llevándonos a repetir historias una y otra vez.
En este vídeo Enric Corbera explica por qué es esencial transformar nuestras creencias para superar nuestras limitaciones y cambiar nuestra realidad.
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Creencias ¿qué son y cómo nos afectan?
Las creencias son esquemas cognitivos o ideas acerca de cómo es y funciona el mundo, y de cómo se debe actuar. En base a ellas elegimos, muchas veces de manera inconsciente, una realidad concreta de entre infinitas opciones.
Adquirimos determinadas creencias a lo largo de nuestro desarrollo y consideramos que son ciertas. Por tanto, son convicciones que no deben ser confundidas con la verdad objetiva.
“Tus creencias no están hechas de realidades.
Es tu realidad la que está hecha de creencias”
Richard Bandler
De este modo, ellas definen nuestra manera de percibirnos y de calificar lo que nos sucede. En tal sentido, repercuten en nuestras preferencias, decisiones y acciones y, en consecuencia, en los resultados que obtenemos.
Ejemplos de creencias
Todos tenemos una capacidad y un potencial ilimitados. Sin embargo, desde bien temprano nuestro autoconcepto y nuestra forma de experimentar la vida se ven limitados por ciertas estructuras de socialización como la familia y la escuela.
Durante los primeros años vida interiorizamos creencias inspiradas en actitudes, frases y pensamientos de nuestros padres, abuelos y otras personas influyentes en nuestra infancia, las que nos van limitando.
Ellas hacen referencia a todos los aspectos de la vida, como los valores, la pareja y la sexualidad, el trabajo, la abundancia y la crianza, entre otros.
“Los niños no lloran”, “Hay que esforzarse mucho para ganarse el pan”, “Tu felicidad es nuestra felicidad”, “Todos los ricos son ladrones”, “Cuando te casas pierdes tu libertad”, “No se puede confiar en los hombres”, “Los trapos sucios se lavan en casa”, son algunos ejemplos de creencias muy instaladas.
Tipos de creencias: limitantes y potenciadoras
Las creencias que hemos interiorizado a lo largo de la vida pueden beneficiarnos o jugar en contra de nuestro bienestar.
Lo más importante es evitar usar cualquiera de ellas de una forma inflexible, incluso aquellas que en principio parecen potenciadoras, ya que pueden limitarnos. Por ejemplo, si creo que “puedo conseguir cualquier cosa que me proponga”, puedo experimentar un conflicto interno en el caso de no conseguir algo.
Por tanto, es el uso que hacemos de las creencias lo que las hace limitantes o potenciadoras.
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Creencias conscientes: el cambio hacia la libertad emocional
Las creencias son como raíces que nos llevan a posicionarnos en una interpretación de lo que observamos,impidiéndonos, en muchos casos, ver la auténtica realidad.
Nuestro sistema de creencias se ha formado a lo largo de numerosos eventos que hemos percibido como verdaderos o falsos según lo haya creído nuestro entorno familiar, social, cultural, etc.
Cuando tomamos estas creencias como certezas funcionan comocreencias limitantes que nos impiden ir más allá de ellas, porquedefinen cómo nos vemos. Es decir, nos identificamos con ellas y, por tanto, nos sentimos forzados a defenderlas y a vivir de acuerdo a las directrices que nos marcan.
Sin embargo, como adultos podemos tomar conciencia de ellas y cuestionarlas, para, así, poder transformarlas.
Cómo transformar las creencias personales
No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos, y es importante asumir un papel proactivo en nuestras dificultades.
Cuestionar siempre todo, de lo más dudoso a lo más evidente, es el primer paso para abrir la mente a una visión más holística, a unaconciencia de unidad, entendiendo que aquello que vemos es el reflejo de nuestras creencias inconscientes.
“Cuando vemos nuestras vidas, podemos estar mirando directamente nuestras creencias más verdaderas, y a veces más inconscientes, reflejadas en el espejo”
Gregg Braden
Las creencias que nos mantienen atrapados en una forma inflexible de vivir y que nos hacen experimentar un bucle constante en nuestras vidas, suelen estar alejadas de nuestro nivel de conciencia.
Habitualmente, tenemos una explicación acerca de lo que nos ocurre y nos aferramos a ella por miedo a soltar el control de nuestras vidas. Así, inconscientemente,proyectamos nuestras creencias más profundas fuera de nosotros evitando, de este modo, responsabilizarnos.
Cuestionar nuestras creencias para crear la vida que queremos
Nos quejamos de la vida que hemos construido, sin hacer nada, temerosos de lo que cualquier cambio podría implicar. Nos parece más sencillo aferrarnos a lo conocido que dejar atrás las justificaciones para comenzar a actuar de forma coherente.
De este modo, para no asumir el riesgo de cambiar, no nos cuestionamos y esperamos que el cambio que tanto anhelamos sea externo, que alguien o algo venga a “salvarnos”.
En su libro Yo soy eso, Nissagardata Maharaj explica: “Cuestionar lo habitual es el deber de la mente. Lo que la mente ha creado, la mente debe destruirlo. (…) La vía a la verdad pasa por la destrucción de lo falso. Para destruir lo falso, usted debe cuestionar sus creencias más arraigadas”.
Por eso, si no cuestionamos nuestras creencias podemos llegar a pensar que lo que somos es lo que nuestra mente nos dicta.
Precisamente, las experiencias de las que nos quejamos son excelentes oportunidades para identificar nuestras creencias personales más profundas, trascender nuestra historia, soltar nuestros condicionamientos y crear un futuro que no sea la repetición del pasado.
Creer es crear
Curiosamente, la primera persona del singular del presente de indicativo del verbo creer y la del verbo crear se escriben exactamente igual: yo creo.
Ya lo dijo Miguel de Unamuno en Tres novelas ejemplares y un prólogo, al reflexionar sobre la fe religiosa: “Y la fe es la fuente de la realidad, porque es la vida. Creer es crear”. El escritor afirmaba que podíamos crear con la imaginación y que “la fe no es creer en lo que no vimos, sino crear lo que vemos”.
“Tus creencias se convierten en pensamientos,
tus pensamientos se convierten en tus palabras,
tus palabras se convierten en actos,
tus actos se convierten en tus hábitos,
tus hábitos se convierten en tus valores,
tus valores se convierten en destino”
Mahatma Gandhi
Nuestra abundancia refleja nuestras creencias
Que nuestra abundancia depende de la suerte o del trabajo arduo es una de las creencias más difundidas. Pero, tanto la carencia como la abundancia están en nuestras mentes y no obedecen únicamente al contexto.
Contactar con la abundancia requiere observarnos a conciencia hasta descubrir y cuestionar las creencias que pueden estar bloqueando nuestra prosperidad. Las más habituales se relacionan con el miedo a la carencia, la comparación, el victimismo y la falta de confianza en uno mismo.
En tanto, los estados mentales que favorecen la manifestación de la abundancia son la gratitud, la colaboración, la fuerza de la intención y el equilibrio entre dar y recibir.
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Las creencias y la Bioneuroemoción
La vida es lo que hacemos de ella. Lo que hay fuera es un efecto y la causa somos nosotros mismos.
La Bioneuroemoción® nos invita a comprender, a través de nuestras experiencias, que la creencia principal que nos quita nuestra libertad emocional es la creencia en que todos estamos separados.
Por tanto, hemos de renunciar a la veracidad de nuestras creencias para permitir que ocurra aquello que ni siquiera hemos imaginado, para dejar de poner filtros entre la realidad y nosotros, y que la vida se exprese en toda su potencialidad.
«El hundimiento de una creencia crea una nueva dimensión del sujeto, al obligarle a conducir su personalidad a lo largo de un eje situado fuera del plano de aquella.»
– Juan Benet
El método de la Bioneuroemoción utiliza los conflictos del día a día para identificar aquellas creencias inconscientes que se manifiestan en nuestra realidad, con el fin de transformarlas en otras potenciadoras.
Se trata de reconocer nuestras creencias para poder transformarlas y elegir, en cada momento, usar aquellas que nos permitan ampliar nuestra percepción y convertirnos en los creadores de la vida que queremos vivir.
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El artículo da una clara idea de la profundidad y acierto del trabajo que propone el curso y cuan importante es autoindagarse para superar los altísimos obstáculos que nos imponen las creencias cuando se instalan en lo profundo de la mente.