Por qué el apego no siempre es amor

27 julio 2024

Nos desarrollamos y evolucionamos continuamente a lo largo de la vida a través de nuestras relaciones sociales. Podemos vivirlas como sanas y beneficiosas o tóxicas y dañinas, según el tipo de apego que generamos. 

Por eso, para muchas personas establecer vínculos de calidad puede ser un gran desafío. ¿Eres consciente de cómo experimentas tus relaciones? 

¿Cómo puedes transformarlas cuando sientes que te perjudican?

 

El apego construye las relaciones especiales

En todas las etapas de la vida, la pertenencia a un grupo nos da seguridad, nos hace sentirnos amados y fortalece nuestra autoestima. En ese marco, el concepto de “apego” hace referencia al modo particular en que tendemos a interactuar con las personas con las que tenemos un vínculo afectivo relevante. 

Nuestro estilo de apego determinará el grado de dependencia que experimentamos en nuestras relaciones más significativas.

Disfrutar de relaciones saludables, poseer apoyo emocional, poder compartir actividades, hobbies, nuestras penas y alegrías favorece nuestra salud a todos los niveles. Además, relacionarnos con otras personas nos aporta otros puntos de vista, nuevos conocimientos, experiencias y valores.

 

“Por muchas riquezas que un hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades de las que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás.”

Blaise Pascal

 

El origen de nuestra forma de vincularnos

Conocer el modo en que nos vinculamos nos ayuda a comprender cómo las experiencias que vivimos en la infancia influyen en nuestra forma de ser y de relacionarnos de adultos.

 

John Bowlby: creador de la teoría del apego

El psicólogo y psicoanalista británico John Bowlby desarrolló la investigación más profunda que se ha realizado hasta el momento sobre la teoría del apego. Él constató que los estilos de apego de cada persona se establecen con base en la forma en que se relaciona con su cuidador/a durante su crianza.

Esta relación con el cuidador en la primera infancia es fundamental para su desarrollo físico y emocional, incluso para su supervivencia. Por eso Bowlby definió el apego como un “imperativo biológico”: una necesidad evolutiva

 

 

Reconoce el tipo de apego que desarrollaste de niño

Según la teoría del apego de John Bowlby, en la vida adulta se expresan cuatro grandes tipos de apego.

 

Apego ansioso y ambivalente

Este tipo de apego se da cuando hubo un cuidador muy sobreprotector o ambivalente. Es decir, se estableció una relación insegura en la que, a veces, el bebé recibía atención y otras no, lo que generó desconfianza y un sentimiento permanente de vulnerabilidad.

De adulto tiende a experimentar ansiedad, incertidumbre e inseguridad en sus relaciones. Desarrolla un miedo excesivo a la separación y es desconfiado. 

Es decir, tiende a establecer relaciones especiales de dependencia, pero con distanciamiento en las que está disponible emocionalmente de forma ocasional.

Vive una ambivalencia entre la cercanía y el rechazo (que puede ser muy sutil), pues ambas le generan cierto grado de malestar debido al miedo al abandono y la sensación de inadecuación.

 

Apego evitativo o temeroso

Se desarrolla cuando los cuidadores no proporcionaron un entorno seguro al menor y este aprendió que no puede contar con ellos

Este adulto desarrolla una autosuficiencia compulsiva con tendencia a la distancia emocional, en un intento por generar contextos en los que sentir seguridad sin la contribución de los demás. 

Esto le genera inseguridad y conflictos a la hora de interactuar con su entorno, con problemas para establecer relaciones estables.

 

Apego desorganizado

Este tipo de apego se genera cuando el bebé tuvo una relación segura y amenazante a la vez con su cuidador. Suele verse en padres abusivos, maltratadores o maltratados donde el niño percibe, inconscientemente, que el adulto está asustado. 

El niño puede mostrar reacciones explosivas porque no sabe cómo gestionar sus estados emocionales. Se muestra ansioso y confuso (desorganizado), por lo que busca y rechaza simultáneamente al cuidador.

De adulto suele tener una alta carga de frustración e ira. Evita la intimidad, ya que le genera un desbordamiento emocional y, aunque puede ser su mayor anhelo, rechaza las relaciones íntimas. Este tipo de apego puede ser el origen de relaciones conflictivas constantes.

 

apego corazones amor

 

Apego seguro

Se caracteriza por la incondicionalidad. El niño tuvo la seguridad de que el cuidador (generalmente la madre) no le falla, ya que le ha proporcionado atención y cuidado siempre que lo ha necesitado. 

De adulto tiende a experimentar una sensación de seguridad y confianza en sus relaciones, pudiendo establecer vínculos saludables que facilitan el bienestar y desarrollo de los implicados. Al sentir esta seguridad interna, no tiene un miedo excesivo al abandono o a la soledad, por lo que no muestra conductas desadaptativas. 

Así, las personas con apego seguro no suelen establecer relaciones especiales basadas en la dependencia emocional, sino que pueden llevar a una vida adulta independiente estableciendo vínculos emocionales profundos con su entorno. 

Desarrollar un apego seguro es fundamental para establecer vínculos equilibrados y funcionales con nuestro entorno.

 

Se puede modificar el tipo de apego a lo largo de la vida

El apego no es una característica permanente, rígida e inmutable, sino que, como afirma la psicóloga e investigadora Mary Ainsworth, colaboradora de Bowlby,  cualquier tipo de apego es modificable.

Durante el desarrollo de la vida, el estilo de apego puede experimentar transformaciones a través del trabajo personal y  el establecimiento relaciones de calidad, que enriquecen y aportan espacios para la reparación emocional.

 

 

Cómo superar la dependencia emocional

Desde la Bioneuroemoción se propone sanar las relaciones especiales, en primer lugar, reconstruyendo la relación con nosotros mismos. El autoconocimiento nos permite mejorar la manera en la que nos vinculamos con nuestro entorno. Así, nuestras relaciones pasan de ser un obstáculo a ser la clave de nuestro desarrollo.

Si experimentas dificultades recurrentes con tu entorno y crees que puedes estar manteniendo relaciones especiales, basadas en el miedo y la dependencia, puedes comenzar por dedicarte un tiempo cada día. Te permitirá ir descubriendo y transformando lo que te impide establecer un apego seguro con las personas que amas.

 

“Yo puedo comprenderme plenamente, solo en tanto me comprenda en mis relaciones con los demás y en las relaciones de los demás conmigo.”

Erich Fromm

 

Del apego al amor: un viaje a nuestro interior

El desarrollo de la conciencia de unidad nos permite conocernos en profundidad a través de nuestras relaciones y descubrir los patrones que repetimos en muchos ámbitos sin saber la razón. 

Reconocer nuestra información interna que influye en nuestro día a día es lo que nos permite hacer cambios significativos en nuestra vida. Cuando somos conscientes de ello podemos hacernos responsables e influir sobre esta información.

Así, podremos elegir voluntaria y libremente una nueva forma de interaccionar con las personas y el mundo, pasando del apego al amor sin yugos.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:

 

En este podcast Enric Corbera habla sobre las relaciones interpersonales y ofrece claves para encontrar la coherencia en nuestra vida, aparentemente dual.

 

En este vídeo, Enric Corbera desarrolla las diferencias entre las relaciones especiales y las relaciones sanas no dependientes.

 

 

Si quieres conocer más acerca del método de la Bioneuroemoción y cómo aplicarlo en tu vida para aumentar tu bienestar emocional, síguenos en nuestras redes sociales: YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn.

 

Comparte en los comentarios si te ha resultado interesante este artículo y compártelo a quien creas que le puede resultar útil esta información. ¡Gracias por tu interés!

Si te ha gustado, compártelo

Curso de Introducción a la Bioneuroemoción

Escribe tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2021 Enric Corbera Institute.