Experiencia subjetiva: qué es y cómo influye en el bienestar emocional

04 febrero 2023

La experiencia subjetiva es la manera en la que cada persona percibe el mundo y lo que le rodea. Es única e intransferible y está basada en su interpretación personal de la realidad.

El acto de percibir involucra diferentes procesos a nivel físico, mental y emocional. Por lo que cada uno de nosotros tenemos una manera única de interpretar y experimentar el mundo.

En este artículo abordaremos qué es la experiencia subjetiva, las principales características de la percepción y cómo comprender este proceso interno puede ayudarnos a tomar las riendas de nuestra vida y mejorar nuestro bienestar emocional.

 

En este podcast, Enric Corbera explica ciertos principios fundamentales para comprender que nuestra percepción es siempre una interpretación subjetiva y, por lo tanto, al tomar conciencia tenemos la opción de cambiarla.

 

La realidad que percibimos no es más que una interpretación de los estímulos que recibimos. En esta conferencia, Enric Corbera nos explica hasta qué punto nuestras creencias conforman lo que vemos, lo que sentimos y lo que hacemos.

 

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Nuestros sentidos perciben la realidad de manera única

Cada persona tiene una sensibilidad concreta ante estímulos auditivos, visuales, táctiles, olfativos o gustativos. Por ejemplo, podemos distinguir más o menos colores, escuchar más o menos frecuencias de sonido, tener un olfato más o menos refinado, etc. 

En la vida cotidiana podemos encontrar muchas situaciones que ilustran esto de manera clara. 

Por ejemplo, yo puedo ver un jersey de color verde mientras que otra persona lo ve azul. O mi pareja se queja porque la TV emite un pitido molesto que yo no escucho. Entre otras muchas experiencias que evidencian estas diferencias.

 

Influencia de nuestras experiencias y aprendizajes previos

El cerebro interpreta los estímulos que recibe en base a la información que contiene. Esta información filtra todo lo que percibimos con nuestros sentidos y es única en cada persona, pues está basada en nuestros aprendizajes y experiencias previas

Por ejemplo, si soy de un pueblo pequeño y voy a ver a un amigo a la capital, me puede decir que su casa está “cerca” de la estación, que solo hay que caminar 20 minutos; esta distancia para mí implica que está “lejos”. También, hay personas que, al cruzarse con un perro por un parque, lo perciben como una amenaza, mientras que otras lo ven como un ser inofensivo.

Nuestras reacciones dependen de cómo percibimos las cosas

La misma distancia, el mismo perro, la misma situación objetiva da como resultado una experiencia subjetiva – diferente y única – en cada persona. Y ésta incluye las emociones y sentimientos que producen una respuesta emocional y conductual. 

Siguiendo con el ejemplo del perro, una persona puede alejarse y otra acercarse, una puede sonreír amablemente, mientras que otra puede enojarse con el dueño por llevarlo suelto, etc.

 

La percepción es siempre una interpretación

¿Ves “la realidad” o lo que hay en tu mente?

¿Ves el triángulo blanco?  Fíjate bien si realmente hay un triángulo dibujado o es producto de una interpretación que hace tu mente.

Varios estudios sobre el mecanismo tras las ilusiones ópticas demuestran la capacidad de la mente de percibir a través de la interpretación

Nuestro sistema visual interpreta la información que recibe y le da forma estableciendo una hipótesis frente a lo que tiene delante.

 

 “La Realidad no es más que una ilusión, si bien una bastante persistente” 

Albert Einstein

 

Por ejemplo, si percibimos algo incompleto lo completamos con nuestra mente. Nuestra percepción tiende a entender como formas completas todos aquellos trazados que presenten (aunque con cortes) una forma que visualmente entendamos como probable. 

Nuestro cerebro reconoce lo que no hay

Esta figura se conoce como el triángulo de Kanisza y es una ilusión óptica descrita por primera vez por el psicólogo italiano Gaetano Kanisza.

En la figura percibimos un triángulo equilátero blanco, pero de hecho no existe ninguno. Este efecto es conocido como contorno subjetivo. 

En la ilusión visual, el inexistente triángulo blanco parece ser más brillante que el área circundante, aunque tienen el mismo brillo. 

 

“Vemos tanto con nuestro cerebro como con nuestros ojos.”

Sandra J. Kuhlman. 

 

Nuestro cerebro es una máquina tan compleja que a veces reconoce lo que no hay. Muchas ilusiones ópticas hacen que veamos cosas que no están ahí.

Al igual que tu cerebro ha completado el triángulo, también tiende a completar vacíos en las relaciones interpersonales.

Por ejemplo, cuando alguien cancela un plan, aún con la mínima explicación, nosotros empezaremos a construir la historia de por qué canceló. 

Y este ejemplo lo podemos aplicar casi a cualquier ámbito de nuestra vida en el que “completamos” e interpretamos los diálogos o las acciones de los demás.

 

Qué veo, qué interpreto, qué siento

La investigadora Sandra J. Kuhlman, miembro del proyecto BrainHub de la Carnegie Mellon University (USA), afirma que al observar el triángulo “nuestro cerebro está buscando referencias que le permitan ver el triángulo”. 

Esto indica que una parte de la información procedente de la corteza visual no es una respuesta directa al estímulo visual, sino que es una respuesta a cómo los estímulos fueron percibidos por otras áreas del cerebro.

 

El sentido que le damos a “la realidad” está cargado de historia personal 

La realidad que percibimos es como es,  quien le da sentido a las cosas es nuestra conciencia y nuestra particular manera de percibir.

Nuestra percepción es influenciada por filtros neurológicos, es decir nuestros sentidos (vista, oído, tacto, gusto, olfato); filtros sociales que nos da nuestro entorno; y filtros individuales, nuestras experiencias y gustos personales.

 

«La subjetividad es el filtro a través del cual vemos el mundo.» 

– Jiddu Krishnamurti

 

Esos filtros hacen que en ciertas situaciones percibas siempre lo mismo y que algunas experiencias en tu vida se repitan aunque a ti no te gusten.

Así, entender que la experiencia subjetiva es la que creamos a través de las referencias previas que tenemos, nos permite comprender que en “realidad” no se repiten las experiencias como tal, sino el sentido que les damos

Por tanto, el conflicto que vemos tiene más que ver con nuestras interpretaciones que con lo que está sucediendo objetivamente.

 

La Bioneuroemoción y la percepción

Uno de los objetivos principales de la Bioneuroemoción  es aprender a diferenciar lo que ocurre objetivamente de nuestra experiencia subjetiva. Es decir, nuestra forma particular de interpretar la vivencia de una situación. 

Nos centramos en detectar los filtros individuales que determinan la percepción del mundo. En términos de PNL se llama mapa a la forma individual de entender la realidad.

En una sesión en Bioneuroemoción el acompañante concretará de forma precisa la situación que desencadena un conflicto. Posteriormente, analizará los sentimientos, emociones y conductas que se derivan de cómo la persona percibe la situación. 

Ahí es donde interviene el mapa de cada persona, el cual está relacionado con sus herencias emocionales y sus experiencias previas. 

 

Cambiar nuestra percepción

La Bioneuroemoción nos ayuda a identificar la información inconsciente que influye en nuestra manera de experimentar lo que nos sucede. 

De este modo podremos transformar la percepción de las experiencias que vivimos para que no sean nuestras referencias anteriores las que interpreten lo que nos sucede. 

Este cambio no se consigue de forma conductual o con voluntad, sino que se alcanza al comprender que lo que nos altera no es lo que pasa sino cómo lo percibimos y eso determina nuestra reacción emocional.

 

«Reaccionamos a nuestras historias, no a la realidad» 

Pema Chödrön

 

Reconocer que la visión que tenemos de lo que nos sucede condiciona nuestro bienestar y, con ello, la implicación, el compromiso y la actitud que tenemos con nosotros y con los demás, nos permite dejar de estar a merced de las circunstancias y pasar a ser participantes activos de nuestras experiencias de vida.

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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