Lo que vemos en los demás refleja la información de lo que somos, de las actitudes que juzgamos, de lo que apreciamos. Nuestras relaciones interpersonales también muestran lo que no nos permitimos hacer y ser porque lo consideramos inadecuado.
Gracias a que nuestras relaciones nos sirven de espejo, podemos conocer más acerca de nuestras programaciones inconscientes y nuestras creencias limitantes.
Dado que siempre estamos rodeados de personas y nos relacionamos con alguien, en el ámbito que sea, tenemos siempre la oportunidad de crecer y transformar dichas limitaciones.
Para poder comprender esta idea te proponemos que observes tus conflictos interpersonales, sin necesidad de justificar lo que haces o defenderte. Reconoce una situación que responda a la siguiente pregunta:
¿Qué es lo que te molesta de esa persona/as o situación/es?
Estos personajes no están de casualidad en nuestra vida, desde una conciencia de unidad, todos son maestros, puesto que en cada relación podemos aprender a conocernos a través del otro.
A veces tendremos “maestros más amorosos” y otras tantas “maestros tormentosos’‘. Con algunas personas podremos recordar nuestras virtudes, nuestra luz, mientras que con otras veremos lo que negamos de nosotros mismos, nuestra sombra.
«Cambia tu concepción de ti mismo y cambiarás automáticamente el mundo en el que vives. No trates de cambiar a la gente; solo son mensajeros que te dicen quién eres. Revalúate y ellos confirmarán el cambio»
Neville Goddard
Ejemplo: “Mi madre se siente una víctima, todo el tiempo habla de sus problemas y se queja conmigo”.
Supongamos que el hijo/a es completamente diferente a esa madre, no habla de sus problemas y no pide ayuda. Esta madre refleja en su hijo/a lo que ella no se permite hacer por tildarlo de inaceptable.
Si pone conciencia a esta relación, el hijo/a puede aprender a ser más flexible consigo mismo y permitirse pedir ayuda cuando lo necesite sin que por eso se sienta una víctima.
¿De quiénes nos rodeamos?. Nuestras relaciones más cercanas hablan de nosotros mismos y observarlas es clave para conocernos en profundidad. Ya lo decía Epicteto: “Si hablan mal de ti y es verdad, corrígete a ti mismo; si es una mentira, ríete de ella”.
Podemos ver con quienes nos relacionamos y aprender acerca de nuestras fortalezas y debilidades. En nuestros amigos reconoceremos lo que nos atrevemos a hacer y lo que no, los sueños que compartimos y también los que negamos.
Es por eso que en nuestras amistades podremos encontrar a nuestros aliados y enemigos, a través de ellos escucharemos nuestras dudas y certezas, debido a que «continuamente estamos encontrándonos con nosotros mismo/a en distintas versiones».
Nuestra pareja es nuestro mayor maestro/a y, aunque muchas veces no seamos conscientes para qué entraron en nuestra vida, sí podemos abrirnos a la posibilidad de que esa relación entraña un enorme regalo. Si estamos dispuestos a no juzgarla podremos aprender lecciones de vida muy valiosas.
Atraemos a personas afines a nuestras historias de vida y, aunque a veces no son como esperamos, esto no es una condena sino una oportunidad para trascender esa información. Siempre tenemos la posibilidad de elegir de nuevo con qué conciencia queremos verlas.
«La verdad es un gran espejo que cayó del cielo. Se rompió en mil pedazos. Cada uno tiene un pedazo y cree tener la verdad»
Rumi
Para tener relaciones saludables es necesario responsabilizarnos de las decisiones que tomamos en nuestra vida, dejar de poner la atención en lo que los demás hacen o en lo que deberían cambiar. En su lugar, podemos decidir comenzar los cambios en nosotros mismos.
Este compromiso es el mayor regalo que podrás hacerte y sus frutos serán las relaciones que establezcas.
¿Has notado cuán agotador es esperar a que el otro cambie y cuánto esto paraliza tu vida?
Si la respuesta es sí, tienes que saber que siempre puedes volver a elegir y retomar las riendas de tu vida.
Recuerda que cuando experimentas una crisis, tu mayor fortaleza reside en que tienes la posibilidad de cambiar tu percepción con respecto a ella, no para negarla sino para aprender de ella.
La Bioneuroemoción ofrece una mirada no dual acerca de nuestras relaciones. Considera que no estamos separados de los demás y que aquello que llamamos conflicto habla de nuestras programaciones o informaciones inconscientes.
En este sentido propone que ante una crisis realicemos la autoindagación consciente, para que podamos observar de manera objetiva cuál es el verdadero estrés que vivimos, más allá de las historias que nos contamos.
Por ejemplo, imagina que no estás conforme con el salario que recibes, o sientes que tu pareja no atiende tus necesidades, o te molesta que tus padres no te apoyen en tu nuevo proyecto.
Si actúas como víctima, desde una conciencia dual, crees que el origen del conflicto está en el comportamiento de los demás.
Mientras que si lo haces desde una conciencia de unidad, puedes comprender que lo que estás experimentando es un reflejo de tu estado interno y asumir tu responsabilidad.
Podrías preguntarte:
¿Pongo amor o interés en aquello que hago?
¿Atiendo mis necesidades o priorizo a los demás?
¿Qué estoy dando para recibir esto?
¿Qué puedo hacer diferente para cambiar las cosas?
Cuando nos damos cuenta de que somos los únicos responsables de nuestro bienestar y nos enfocamos en hacer cambios, es posible que atravesemos momentos de incomodidad. Encontraremos la resistencia de nuestros hábitos y patrones de comportamiento ya que se sustentan en nuestros aprendizajes y creencias.
Pero cuando reconocemos dónde los aprendimos y no juzgamos, esas experiencias nos dan la oportunidad de reescribir nuestra vida.
¿Estás dispuesto a ser el protagonista de tu historia?
Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:
En este episodio Enric Corbera no habla de la forma en que nos relacionamos con la pareja. Podemos aprender de los conflictos de tal forma que las crisis se transformen en oportunidades de crecimiento.
A través de casos prácticos, en este vídeo David Corbera explica cómo las situaciones de tu vida personal permitirte extraer un aprendizaje para mejorar tu vida.
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Hola.
Me he dado cuenta que se me repite un patrón, atraigo a personas manipuladoras que van de víctimas por la vida, sobre todo en el ambiente laboral, y me acaban trayendo problemas, procuro pasar de ellas y siempre acaban vengándose y, tratando de hacer ver que yo las estoy machacando, aunque no es así. Qué cambios tengo que hacer para cambiar esto? Se que procede de mí, pero no soy capaz de identificar qué tengo que cambiar. Muchas Gracias.
Hola Mel, es un placer saludarte. A través de este medio lamentamos comentarte que no podemos aportarte la ayuda que solicitas. Nos falta mucha información y contexto y cada caso es distinto. Si lo deseas, puedes escribirnos a [email protected] para que podamos asesorarte con alguna de nuestras formaciones que mejor se adapten a tu necesidad actual o bien, puedes solicitar una sesión en Bioneuroemoción en el email de [email protected] para trabajar lo que te preocupe. Un fuerte abrazo!