¿Alguna vez te has preguntado por qué siempre atraes cierto tipo de experiencias o personas a tu vida? ¿Sabes en qué medida el pasado familiar condiciona tu presente? ¿Te gustaría transformar tu futuro?
En este artículo te explicamos qué es la resonancia emocional y en qué se fundamenta. Comprender los patrones inconscientes que nos vinculan con nuestros antepasados puede cambiar lo que llamamos destino.
En este podcast Enric Corbera ofrece algunas claves para identificar e integrar aquellos aspectos del legado psicoemocional familiar que están influyendo en nuestra vida actualmente.
Las heridas del pasado pueden suponer una gran limitación cuando nos posicionamos en la queja, el juicio y el victimismo. Sin embargo, si abordamos nuestro legado emocional desde la comprensión, descubrimos los dones que nos permiten transformar el dolor en maestría.
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¿Qué entendemos por resonancia emocional?
Cuando hablamos de «resonancia» nos referimos al efecto de atraer a nuestras vidas aquellas experiencias acordes con la información que hemos heredado del sistema familiar.
En nuestro día a día, hay personas con las que «conectamos» y otras con las que no sin un motivo aparente. Esto sucede porque la frecuencia en la que vibramos viene definida por nuestra información transgeneracional inconsciente.
Así, sin darnos cuenta, el inconsciente familiar nos lleva a acercarnos o alejarnos de un determinado tipo de personas. Haciendo que nos relacionemos con aquellas que tienen frecuencias complementarias a la nuestra.
Por ejemplo, del mismo modo que una radio sintoniza con una frecuencia para recibir cierto tipo de programas, los seres humanos sintonizamos con ciertas personas. Si no nos gusta lo que recibimos, podemos cambiar nuestra frecuencia haciendo consciente la información heredada que nos mantiene en una determinada frecuencia.
En 1971 el ingeniero Dennis Gabor obtuvo el Premio Nobel por su invención y desarrollo del método holográfico.
A raíz de sus trabajos de mejora del microscopio electrónico, Gabor se preguntó “¿Por qué no tomar una mala imagen electrónica, pero que contenga la información ‘total’ de la misma, reconstruirla y corregirla mediante métodos ópticos?”.
El resultado fue el holograma. La palabra “holos” en griego significa “la totalidad”. El holograma contiene la información total (amplitud y fase) de la onda/objeto.
La demostración de la holografía tuvo que esperar hasta la invención del rayo láser, gracias al cual los sucesores de Gabor consiguieron probar sus teorías.
Un holograma se reconstruye a partir de una placa fotográfica que contiene la información en forma de ondas de interferencia. La luz cae en la placa fotográfica desde dos fuentes: el propio objeto y un rayo de referencia, desviado por un espejo.
Otra forma de entenderlo es observar cómo de cualquier célula de tu cuerpo puede obtenerse la información de todo tu sistema orgánico.
“Yo, un universo de átomos, un átomo en el universo.”
Los estudios acerca de clonación exponen que, por ejemplo, una célula del dedo de una mano contiene la información total de todo el cuerpo. Por tanto, partiendo de ella podría desarrollarse todo el sistema. Podríamos clonar un animal al completo partiendo tan solo de una célula específica de una parte de su cuerpo.
Otra característica importante del holograma es que en un espacio diminuto pueden almacenarse miles de millones de bits de información. El modelo de placa fotográfica no tiene dimensión espacio-temporal. La imagen se almacena en cualquier sitio de la placa.
Haciendo un paralelismo entre el principio holográfico “la parte está en el todo y el todo está en la parte” y los recientes descubrimientos científicos de la genética y la biología molecular, podemos decir que cada ser humano lleva toda la información de su familia codificada en sus células.
La manera en que esta información se expresa en cada célula depende de su función y su entorno. Al mismo tiempo, cada individuo expresa y vive parte de esta información de una forma diferente, aunque toda la información esté en todos los miembros del clan.
La información que cada persona alberga en su biología y en su inconsciente, heredada del sistema familiar, hace que sus programas se proyecten en la pantalla holográfica del mundo.
La proyección de esta información obedece al establecimiento de una correlación entre nuestra vida y las experiencias de nuestros familiares. Tenemos toda la información y todo lo que nos ocurre nos habla sobre nuestra historia familiar.
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De este modo, nuestros patrones de pensamiento y comportamiento, así como el rol que desempeñamos en nuestra familia, nuestros miedos y nuestra manera de ver y entender la vida, están influenciados por la información que hemos heredado de nuestro sistema familiar.
Cuando experimentamos problemas o dificultades, podemos hacer una autoindagación, aplicando la proyección, con el objetivo de tomar conciencia de la información que nos mantiene atrapados.
Comprender el origen de nuestros conflictos recurrentes y bloqueos, nos permite salir del victimismo y comenzar a elegir cómo queremos vivir.
Las conductas perjudiciales y los conflictos emocionales vividos por una persona, toman sentido cuando se descubren los comportamientos y los conflictos emocionales de los familiares con quienes guarda relación.
Así, se describe una realidad holográfica. El concepto de holografía nos permite comprender la naturaleza de la resonancia emocional, explicando cómo la información inconsciente se refleja en nuestras experiencias.
Es importante comprender que, hasta que no la hacemos consciente, esta información condiciona nuestra vida.
Para poder verla, y hacerla consciente, hemos de observar sin juicio nuestra vida y, en concreto, a las personas con las que nos relacionamos habitualmente.
«La atracción de las almas consiste en reconocer que tú tienes lo que la otra persona necesita para que tu alma crezca, y que ella tiene lo que a ti te hace falta.»
Todo lo que vemos y nos afecta emocionalmente refleja una información inconsciente que busca ser trascendida. Tanto lo que nos molesta como lo que nos enamora, habla de nosotros mismos.
La resonancia emocional puede ser experimentada como un castigo o como un excelente recurso para indagar en nuestra información transgeneracional y aumentar nuestro autoconocimiento y bienestar.
Nos permite tomar conciencia de cuál es la programación inconsciente que domina nuestras vidas para poder trascenderla. Conocer nuestra herencia familiar, es clave para cambiar nuestra “frecuencia”, lo cual hará que atraigamos personas y experiencias diferentes a nuestra vida.
De este modo, podemos influir en el «destino», creando un futuro diferente que no sea una mera reproducción del pasado.
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