Todos buscamos felicidad, bienestar y libertad, y esperamos inútilmente encontrarlo en el afuera ya que está implícitamente en uno mismo. ¿Cómo nos puede ayudar la introspección a llegar a conseguirlo?
En este artículo veremos por qué es esencial para nuestro autoconocimiento y crecimiento personal. Y cómo es posible practicarla a través de nuestras experiencias y nuestras relaciones interpersonales.
La palabra introspección describe “la acción de mirar hacia dentro”; es decir, nos permite conocer nuestro estado interno. Es un acto reflexivo de nuestra mente que nos permite tomar conciencia de los propios estados emocionales, sentimientos, pensamientos y creencias,
Su propósito es indagar en nuestra psique para hacer conscientes informaciones que se mantenían en un nivel inconsciente. Profundizar en quiénes somos es la forma más eficiente de impulsar nuestro desarrollo personal.
Todos deseamos manifestar nuestras capacidades y mejorar nuestra vida, para lo cual es imprescindible saber cómo funcionamos. Pero, al mismo tiempo, tenemos miedo a lo desconocido, por lo que para mirar en la oscuridad de nuestro interior se necesita algo de coraje.
El cuento sufí de Idries Shah explica esta idea claramente. Dice que una noche Nasrudin está dando vueltas alrededor de una farola, mirando hacia abajo. Un vecino que pasa le pregunta qué está haciendo, a lo que contesta que está buscando su llave.
Este vecino y varios que pasan más tarde lo ayudan a buscarla, pero al rato, ya cansados le preguntan si estaba seguro de haberla perdido en ese lugar. “No”, contesta Nasruddin, “la perdí en mi casa, la estoy buscando aquí porque hay luz, mi casa está muy oscura”.
Del mismo modo, solemos poner el foco donde nos resulta más sencillo mirar, no donde realmente tenemos que hacerlo. Las cosas que no queremos ver son las que más nos cuesta ir modificando, porque no ponemos luz o conciencia sobre ellas.
En una cultura donde parece ser más importante aparentar que ser, creemos que todo lo bueno viene de afuera (y lo malo también). No nos educaron para comprender y vivir nuestras emociones de una manera saludable, ni para conocernos y aceptarnos a nosotros mismos.
Así, sin la autoconciencia que nos otorga la autoindagación, cedemos a los demás el poder de dirigir nuestra vida. Pero, en este movimiento, de lo que estamos huyendo es de nosotros mismos y de nuestra grandeza.
Así, la resistencia hacia el propio autodescubrimiento retrasa nuestro desarrollo personal. Perpetúa nuestros problemas y nos impide encontrar los tesoros que permanecen latentes en esa oscuridad que no nos atrevemos a mirar.
“Nuestro mayor temor no consiste en no ser adecuados. Nuestro temor consiste en que somos poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que nos atemoriza. Nos preguntamos: ¿Quién soy yo para ser brillante, espléndido, talentoso, fabuloso? Pero, en realidad, ¿quién eres tú para no serlo?”
Marianne Williamson
Muchas veces no podemos cambiar las circunstancias, pero sí podemos observar cómo las juzgamos y, por ende, cómo las estamos viviendo. Esto nos ayudará a cambiar cómo nos sentimos y reaccionamos.
Por tanto, el primer paso es preguntarnos qué estamos sintiendo y pensando en una situación concreta de dificultad, y observar cómo respondemos ante lo que está aconteciendo.
El paso crucial de la introspección es aplicar el principio de la conciencia de unidad: reconocer que lo que vemos fuera es un reflejo de nuestro estado interno. Paradójicamente, la mejor forma de conocerse a uno mismo y descubrir qué hay en nuestro interior, es mirar hacia fuera reconociéndonos en todo aquello que percibimos.
Sin embargo, intentaremos -de forma inconsciente- mentirnos para evitar entrar en contacto con lo que rechazamos de nosotros mismos o que nos duele.
Por eso, la introspección requiere objetividad, honestidad y espíritu crítico. Implica desaprender lo aprendido para elegir con libertad cómo vivir.
“Si nosotros en nuestro autoconocimiento nos engañamos seremos quienes nos proporcionaremos nuestro propio laberinto y siempre sin salida”
Séneca
Aceptar que las relaciones que desarrollamos funcionan como un espejo es uno de los principales desafíos del autoconocimiento. Nos invita a asumir nuestra propia responsabilidad ante lo que nos sucede, por muy incómodo que nos resulte.
Para identificar en un conflicto concreto qué parte de ti puedes estar percibiendo en la otra persona, podrías preguntarte:
A una persona le molesta que su pareja vaya cada sábado a hacer senderismo con amigos en vez de acompañarla a comer con sus padres. Si en lugar de reclamarle reconoce qué prejuicio suyo influye en su forma de percibir la decisión de su pareja, cambiará su forma de sentirse al respecto.
Tal vez descubre que lo que más le molesta es que su pareja elija hacer lo que quiere sobre lo que le exige su entorno. Comprende que ella no se permite priorizar lo que quiere hacer y habitualmente termina haciendo lo que se espera de ella. Además, se da cuenta de que este patrón de comportamiento lo ha aprendido de su mamá en la infancia.
Ahora puede elegir hacer lo que desea y no lo que le imponen los demás.
A un hombre le fastidia que su madre lo llame todos los días para quejarse y pedirle favores. Observándose, se da cuenta de que él también vive en la queja y que hace cosas por su madre solo para que ella reconozca sus esfuerzos.
Cuando logra dejar de culparla y asumir su parte de responsabilidad, reconoce que lo que más le molesta es que ella le pida lo que necesita sin preocuparse de cómo está él. Así, puede ver que él no está atendiendo a sus propias necesidades por satisfacer las de los demás (en este caso, las de su madre).
Su aprendizaje pasa por observar qué es lo que realmente quiere él y comenzar a actuar en consecuencia. De este modo, se responsabiliza de su propio bienestar, liberando a su madre de esta carga. Al disminuir la dependencia mútua podría desarrollarse una relación más equilibrada y saludable.
Una persona se siente molesta porque piensa que su compañero es un irresponsable y ella tiene que asumir más tareas de las que le corresponden. Lo que más le irrita es que él se retira al terminar el horario laboral aunque no haya terminado sus tareas.
Cuando observa de cerca qué es lo que le molesta y deja de juzgar al otro, puede ver que ella siempre prioriza su trabajo sobre su ocio. Incluso, se lleva trabajo a casa, lo cual ya está afectando su relación de pareja.
Su aprendizaje será ser un poco más como su colega y poner límites a su actividad laboral para disfrutar de otras dimensiones de su vida. Así, gracias a lo que le molestaba, descubre cómo puede mejorar toda su vida.
El resultado de la autoindagación es siempre una nueva comprensión que nos lleva a conocernos más profundamente. Nos ayuda a desenvolvernos mejor en el laberinto de nuestra mente y de nuestra vida, favorece la paz mental y la libertad emocional.
En definitiva, nos lleva a un estado óptimo de bienestar.
Conocernos es la clave para saber dónde nos encontramos, aceptar quién somos y elegir hacia dónde queremos orientar nuestra vida. Escucharnos, mirarnos y reconocernos en aquello que percibimos nos ofrece libertad y es la guía de nuestra experiencia vital.
Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:
En este podcast, Enric Corbera explica, a través de ejemplos, qué significa tomar conciencia y ser capaz de ver aquello que estaba oculto en nuestro interior.
En este video, Enric y David Corbera explican en qué consiste el proceso de autoindagación, qué implicaciones tiene y cómo podemos aplicarlo para comenzar a ser los creadores de nuestra vida.
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Maravilloso !!!
Descubrir, aprender, alimentar conocimientos sobre uno mismo es el mejor regalo y el mayor aprendisaje que debemos agradecer.
por este medio mil gracias, hoy he alimentado y aprendido mucho !!!
Saludos !!!!