¿Te sientes víctima de lo que los demás hacen? ¿Quisieras salir de una situación que no te gusta y te provoca sufrimiento pero sientes que no puedes? ¿No encuentras explicación a lo que te está pasando y buscas culpables?
En este artículo te explicamos qué es la inversión de pensamiento y cómo puede ser una herramienta efectiva para detonar el cambio en nuestras vidas y alejarnos del sufrimiento que nos estanca.
En este podcast, Enric Corbera nos habla de la coherencia emocional y cómo al dejar de buscar afuera la causa de nuestros problemas. Podemos mirar las experiencias desde otro enfoque y encontrar el para qué de nuestras vivencias.
En este vídeo Enric Corbera nos explica cómo la adicción al sufrimiento puede ser la mayor resistencia al cambio y ofrece recursos destinados a superarla, para potenciar nuestra coherencia y libertad emocional.
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La inversión de pensamiento es la cosa más simple y a la vez la más difícil. Implica dejar de buscar la responsabilidad en el otro para atribuirle culpa.
En su lugar podemos buscar el aprendizaje que la situación nos brinda. Es decir, si veis algo que os parece un exceso en el otro, en vosotros se presenta el exceso que lo complementa o el opuesto a ese exceso.
Cuando miramos las situaciones que vivimos un poco más a fondo, podemos reconocer intenciones o beneficios ocultos que nos mantienen en el papel de víctimas y no nos dejan integrar el aprendizaje que nos trae esa experiencia.
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Aunque a veces podamos identificar el origen de nuestro sufrimiento, no es raro que resulte más fácil mantenernos en el estado de victimización y señalar que el otro tiene la culpa de lo que nos sucede.
Para comprender mejor cómo funciona la inversión de pensamiento veamos estos dos ejemplos:
Mi pareja nunca está en casa y yo me ocupo de todo, sacrifico generosamente mi tiempo y todo lo necesario para que la casa esté en orden y todo funcione bien para los que vivimos ahí.
Puedo señalar que el otro es irresponsable, injusto o abusivo.
Pero también puedo invertir el pensamiento, verlo desde otro ángulo, y darme cuenta que me está reflejando que yo no me estoy ocupando de mí y que estoy siendo injusto/a e irresponsable conmigo mismo/a.
“La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella”
– Marco Aurelio
Otro caso: una chica, tras recibir la baja de su trabajo, en lugar de hacer el viaje que deseaba desde hace tiempo, se involucra con una pareja que roba cosas de su casa y le pide dinero prestado que nunca le paga. Cuando lo confronta la situación se torna violenta.
Al hacer esa inversión de pensamiento se dio cuenta que ella se estaba autosaboteando: robando sus sueños al posponerlos.
Estaba desperdiciando sus recursos al poner las necesidades de los demás antes que las de ella.
Y estaba perdiendo su dinero al tener miedo de gastarlo en ella misma, así que alguien más llegó a gastarlo por ella.
Buscar culpables es un ejercicio común, sobre todo cuando nos sentimos afectados por una situación que aparentemente está fuera de nuestro control.
Para romper el patrón de sufrimiento que nos puede provocar el sentirnos atrapados en esa experiencia, podemos hacernos una serie de preguntas:
Si aplicamos estas preguntas al primer ejemplo podríamos encontrar algo así:
Una vez que analizamos la historia que nos contamos a nosotros mismos para mantenernos en la situación que nos hace sufrir, es más fácil aplicar la inversión de pensamiento.
Nos ayuda a encontrar el propósito de los conflictos que estamos pasando. Esto también podemos considerarlo como un cambio de perspectiva.
Aunque suene contradictorio, nuestro miedo y resistencia al cambio nos puede hacer sentir más cómodos como víctimas y no tomar responsabilidad de lo que estamos creando.
No olvidemos que nuestra forma de percibir la realidad es un reflejo de nuestras creencias y nuestros pensamientos.
Cuando hablamos del otro como la causa de lo que nos está sucediendo, no encontramos soluciones. Sin embargo, al hacer la inversión de pensamiento podemos ver las cosas de otra forma.
Es muy importante ser comprensivos, compasivos y perdonarnos a nosotros mismos al tomar responsabilidad de la situación sobre la que estamos cambiando nuestra visión. J, juzgarnos o castigarnos por lo que hemos vivido hasta ahora no nos sirve. Si te perdonas, te liberas.
La Bioneuroemoción te ayuda a indagar y hacerte las preguntas que pueden conducirte a dejar el sufrimiento atrás y transitar el cambio hacia una vida más libre y satisfactoria.
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