¿Haces cosas sin querer realmente hacerlas? Los “tengo que” y “debo de” de tu vida que te generan molestia indican que, probablemente, los vives sin coherencia emocional.
En este artículo exploraremos la importancia de alcanzar esta sincronicidad entre lo que sentimos, pensamos y hacemos. Cuáles son los engranajes que nos impiden alcanzar una coherencia emocional que nos permita ser más honestos con nosotros mismos, más responsables con los demás y, en definitiva, más libres.
Las emociones son reacciones biológicas que nos impulsan a actuar. Su función primordial es asegurar nuestra supervivencia.
Estos programas de reacción emocional, en general, son heredados de nuestros ancestros como un mecanismo adaptativo. Es decir, las emociones nos ayudan a responder y a relacionarnos adecuadamente con nuestro entorno.
Los diferentes estados emocionales se activan sin que seamos conscientes de ello. Por tanto, reaccionamos emocionalmente de manera inconsciente y automática ante lo que nos sucede.
Lo interesante de todo esto es que, aunque no podemos controlar ni juzgar las emociones que experimentamos, sí podemos elegir cómo usar eso que estamos sintiendo.
Nuestro primer entorno es la familia y es ahí donde establecemos nuestros referentes vitales. Es decir, aprendemos a expresar, o no, cómo nos sentimos según lo que vemos en casa.
Por ejemplo, en algunas familias es «normal» expresar el enfado, pero no la tristeza (“¡No llores!”). En otras, se acepta el llanto y la tristeza, pero se rechaza la expresión de la rabia.
Ambos escenarios son limitantes. Lo saludable, y coherente, es llorar si estamos tristes, expresar el enfado, etc.
Vivir en incoherencia es el resultado de rechazar y reprimir las emociones que sentimos. La consecuencia de esto es, habitualmente, una manifestación excesiva, descontrolada y perjudicial de lo que estamos sintiendo como, por ejemplo, las explosiones de ira, estados depresivos, etc.
En esa línea, aprender a reconocer, aceptar y expresar adecuadamente nuestros estados emocionales forma parte de nuestro proceso de crecimiento. Nos permite tener mayor libertad y trascender algunos de nuestros bloqueos o limitaciones.
«Regular las emociones es el próximo paso en la evolución humana»
Howard Martin
La coherencia emocional implica que nuestra forma de actuar responde a lo que realmente sentimos y pensamos.
Parece sencillo, pero no siempre lo es: en nuestra vida cotidiana con frecuencia postergamos, disimulamos, fingimos, callamos, resignamos lo que realmente desearíamos expresar. Y nos ponemos excusas, nos contamos historias para justificar lo que hacemos.
También en ámbitos de mayor compromiso podemos hacer cosas por complacer a otros, en lugar de responder a lo que preferiríamos hacer.
Así, por ejemplo, podemos casarnos para cumplir el mandato de la familia o seguir la profesión del padre porque él así lo desea, podemos callar abusos porque “a los grandes no se les contesta”, etc.
Cuando realmente no queremos hacer algo y lo hacemos de todos modos, de manera recurrente y hasta el punto de perjudicarnos de algún modo, estamos viviendo en incoherencia. Estamos rechazando o ignorando lo que sentimos, lo que necesitamos y, en definitiva, lo que somos.
Expresado de una manera muy simple, la incoherencia emocional se manifiesta en nuestra vida en forma de conflicto o de situación que nos “hace sentir mal”. Ese “sentir”, si es acogido sin juicio, puede ser la llave para recuperar esa coherencia interna que nos aporta paz mental, claridad y energía vital.
Es importante tener en cuenta que, frecuentemente, nuestras herencias emocionales nos llevan a vivir en incoherencia, sin darnos cuenta de su influencia en nuestra vida. Por ello, la observación de lo que nos rodea y de las situaciones que repetimos nos puede ayudar a identificarlas y hacer un cambio de perspectiva.
La Bioneuroemoción nos permite vivir las experiencias complicadas como oportunidades para aumentar nuestra coherencia emocional y, por tanto, nuestro bienestar.
A través de la introspección, nos enseña a usar nuestras emociones “negativas” para conocernos en profundidad, desarrollar nuevos recursos personales y relacionarnos de una manera equilibrada y saludable, con el mundo y con nosotros mismos.
«La honestidad es más que no mentir. Es decir la verdad, hablar la verdad, vivir la verdad y amar la verdad»
James E. Faust
Tomar conciencia de que estamos «programados» a través de la cultura, la educación y los ambientes emocionales en los que nos hemos desarrollado, nos permite cuestionar nuestras creencias y aprendizajes. Especialmente los relacionados con nuestra manera de experimentar las emociones y que actualmente nos perjudican, para poder transformarlos en otros más coherentes y beneficiosos.
En este proceso nos damos cuenta que el cambio está en nosotros.
Un punto de partida hacia la coherencia emocional es preguntarnos ¿Quién quiero ser yo con respecto a lo que está pasando? Y no esperar a que la solución venga de afuera y que el otro cambie.
«Si somos capaces de cambiar nuestro ambiente emocional podemos reescribir nuestra historia»
Nathalie Zammatteo
Las emociones “negativas” o “positivas” que nos provocan los hechos y las personas tienen eco en nosotros porque tocan alguna información que llevamos en nuestro interior.
Por eso, cuando algo nos molesta, podemos reconocer que esa información también está en nosotros mismos, ya que el otro es nuestro reflejo.
Cuando aplicamos esta inversión de pensamiento veremos que somos la causa del problema y también la solución. Esa comprensión nos abre una nueva perspectiva y una forma más coherente y honesta de relacionarnos con los demás.
La autoindagación nos devuelve a nosotros mismos y nos da la maravillosa oportunidad de tomar consciencia de qué es lo que tenemos que integrar y trascender para vivir de una manera coherente y equilibrada.
Estar en coherencia significa hablar como si cada palabra que decimos fuese a ser escrita en el cielo a la vista de todos. Es pensar como si cada pensamiento fuera una invitación a crear una realidad.
Significa tratar a los demás como si en otro momento fuésemos a vivir su misma experiencia.
Coherencia es dejar de exigir a los demás el cambio que necesitamos para nosotros mismos. Entonces seremos personas responsables de nuestros actos, de lo que decimos y pensamos, y reconoceremos la capacidad para cambiar nuestra vida.
Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:
En este podcast, Enric Corbera nos comparte algunas herramientas para entender nuestras emociones y buscar de dónde proceden nuestros bloqueos y limitaciones.
Enric Corbera nos habla, en este vídeo, de la importancia de comprender nuestra herencia emocional para poder gestionar adecuadamente nuestros estados emocionales.
Si quieres conocer más acerca del método de la Bioneuroemoción y cómo aplicarlo, tanto personal como profesionalmente, para aumentar el bienestar emocional, síguenos en nuestras redes sociales: YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn.
Comparte en los comentarios si te ha resultado interesante este artículo y compártelo a quien creas que le puede resultar útil esta información. ¡Gracias por tu interés!
Me ha gustado el artículo y el verdad me a ayudado darme cuenta de cuánto he avanzado, gracias
Cada artículo, cada video, cada postcard del gran Maestro Enric Corbera, es un mantial inagotable de bendición en mi Vida. Bendito seas Enric por haber creado el método que está salvando del sufrimiento a miles de personas, yo soy una de ellas. Simplemente GRACIAS