¿Qué significa integrar la sombra? Con base en la definición de Carl Gustav Jung podemos identificar a “la sombra” como el lugar en la psique donde se acumulan todas las características que rechazamos de nosotros mismos.
Incluye los aspectos de nuestra personalidad que, inconscientemente, negamos o reprimimos por ser considerados inaceptables y “negativos” por la familia o la sociedad. Y cuyas características vemos reflejadas en los demás.
A continuación, compartimos tres consejos para poder integrar la sombra y potenciar tu proceso de autoconocimiento y desarrollo personal.
Cuando tomamos conciencia de cómo nos proyectamos en los demás, cada relación se convierte en una oportunidad única de conocernos mejor. Según el psicólogo Carl Gustav Jung, todo aquello frente a lo que nos emocionamos tiene que ver con nosotros.
De tal modo que, lo que nos molesta o admiramos de otras personas son atributos personales sobre los que hemos emitido un juicio. Esta información reprimida opera de forma inconsciente en nuestra vida hasta que la hacemos consciente y la integramos.
«Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto en ti mismo.»
Siddharta Gautama Buda
La sombra y la proyección son dos aspectos que van estrechamente ligados. En toda proyección hay aspectos de nuestra sombra que no reconocemos, no aceptamos o reprimimos de nuestra identidad. Por ejemplo, los juicios que hacemos son proyecciones.
A menudo realizamos juicios sin darnos cuenta, algunos incluso nos pueden parecer irracionales. Usar la sombra en nuestro beneficio consistiría, precisamente, en hacer consciente aquello que juzgamos de los demás y ver dónde se refleja en nosotros mismos.
Estamos proyectando constantemente y, como resultado, percibimos en otras personas aspectos de nuestra propia psique. Como nos diría Carl G. Jung, “el conocimiento de tu propia oscuridad es el mejor método para hacerle frente a las tinieblas de otras personas”.
«Tanto si nos sentimos muy ligados a algo o alguien, como si lo eludimos u odiamos, estamos abrazando o luchando con la sombra.»
De este modo, parafraseando a Nikola Tesla, podemos concluir que “toda opinión es una visión cargada de historia personal y todo juicio es una confesión».
En el cine, la psicología y la literatura vemos continuamente referencias relacionadas con la sombra, desde obras clásicas como Doctor Jekyll y Mr. Hyde, hasta otras más modernas como Hulk, Venom o Un monstruo viene a verme.
En todas ellas se muestra cómo una personalidad reprimida e incapaz de reconocer su “lado oscuro” se torna destructiva y extrema en un momento determinado.
Mediante la represión de todo aquello que creemos no ser, acabamos expresando todo aquello que odiamos de una u otra forma.
Según la psicología de Jung: “La gente hace cualquier cosa; no importa lo absurdo que esto sea, si es para evitar hacer frente a sus propias almas”.
Reconocer e integrar aquello que creíamos «no ser» nos permite expresar el potencial que creíamos no tener.
En el universo todo tiende al equilibrio, por lo que la mejor solución siempre será equilibrar los comportamientos y darle espacio a nuestros impulsos
Para hacerlo, primero hemos de reconocerlos y aceptarlos, ya que solo así podremos gestionarlos de forma controlada y comprender qué nos quieren decir. Este proceso es el que denominamos “integrar la sombra”.
«Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuanto menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones.»
Carl G. Jung
Por ejemplo, en alguien que se dedique al boxeo de forma profesional, parte de su sombra considerada como “violenta” aparece de forma controlada, con reglas y dentro de un contexto en el que socialmente está permitida e incluso valorada por muchos.
Otro ejemplo puede ser el de una persona que realiza algún tipo de baile sensual, canalizando a través de la expresión artística una parte de su sombra considerada “inadecuada” por el contexto social.
Precisamente, el ego es aquello que “creemos que somos”. Un hábito que nos ayudará a conocer mejor nuestra sombra es dejar de usar el verbo “ser” para definirnos y comenzar a usar el verbo “estar” u otros que transmitan el mismo significado.
Por ejemplo, en lugar de decir “soy tímido”, expresaremos “estoy tímido”. De este modo, nos abrimos a otras posibilidades de comportamiento.
Simplemente se trata de definir cómo actuamos sin identificarnos con ello, eliminando así nuestra necesidad de defendernos. Decía Ghandi que toda palabra que uses después del “soy”, te empequeñece.
«Perder nuestro nombre es como perder nuestra sombra; ser sólo nuestro nombre es reducirnos a ser sombra»
Octavio Paz
La Bioneuroemoción propone, a través del estudio de la sombra, que la persona integre aquellos aspectos de su personalidad que no quiere reconocer o aceptar, para que dejen de ser inconscientes. Esto le permitirá poder gestionarlos conscientemente, de forma que contribuyan a su bienestar personal.
Es importante reconocer nuestra sombra para conectar con nuestra plenitud. Para ello, el método de Bioneuroemoción propone ejercicios tales como invertir el sentido de nuestras proyecciones, es decir, dejar de señalar al otro como el origen de nuestros conflictos.
«Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón»
Johann C. Friedrich von Schiller
Dejar de rechazar o evitar aquello que no nos gusta, ya sea en nosotros mismos o en otros, y comprender que podemos acogerlo, integrarlo y darle un nuevo sentido, nos permite enriquecer nuestra vida.
A medida que vamos integrando los diferentes aspectos de la sombra, vamos recuperando el vínculo con nosotros mismos, evolucionando y creciendo a través de nuestras relaciones.
El sufrimiento se transforma en agradecimiento cuando cada aspecto de nuestra sombra nos lleva a completarnos y a mostrar nuestra luz. Esto es integrar la sombra.
Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:
En este podcast, David Corbera nos explica por qué necesitamos “aliados” y “enemigos” para descubrir aquellas cualidades propias que no reconocemos en nosotros y así poder integrar la sombra.
En este video, Enric Corbera nos habla acerca de los comportamientos que nos irritan del otro y de cómo éstos nos ayudan a reconocer que estamos ante nuestra propia sombra.
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Gracias por este artículo. Dicen que el Maestro llega cuando el alumno está preparado, y eso significa este artículo para mi. Estoy escribiendo mi libro precisamente acerca de este tema.