Reconéctate contigo: cómo la ansiedad puede guiarte hacia la paz interior

25 septiembre 2024

La ansiedad es una de las condiciones psicológicas más habituales, pero identificar su origen y abordarla con eficacia es una asignatura pendiente para la mayoría de las personas.

¿Tienes reacciones físicas que no sabes explicar? ¿Sientes miedo cuando aparentemente no pasa nada? ¿Vives como en estado de alerta? ¿Te preocupa el futuro?

En este artículo proponemos algunas recomendaciones para afrontar la ansiedad.

 

Más allá de los síntomas fisiológicos o psicológicos

La ansiedad es un mensaje de nuestro cuerpo. Es una oportunidad para reconectar con nosotros mismos y reequilibrar nuestras emociones y creencias.

Para lograr esto, es fundamental realizar un trabajo introspectivo que nos permita conocernos, reconciliarnos con nuestro pasado y entender el origen de nuestras emociones reprimidas.

 

 

La desconexión entre cuerpo y mente

Según el psicólogo y biofísico médico Peter Levine, la ansiedad surge cuando el cuerpo tiene un impulso de moverse, pero la mente lo reprime. Este conflicto genera una turbulencia interna, que se manifiesta como ansiedad.

Levine explica que quienes padecen ansiedad han ignorado sus propios deseos y anhelos, priorizando las demandas externas. Esta desconexión emocional provoca una acumulación de energía no expresada, lo que intensifica el malestar.

Pregúntate

¿En qué momentos de tu vida sientes que tu cuerpo quiere actuar, pero tu mente te frena?

¿Qué sensaciones físicas experimentas cuando reprimes tus emociones? ¿Cómo podrías escucharlas mejor?

 

Integrar nuestro pasado: clave para resolver la ansiedad

Para comprender y superar la ansiedad es necesario reconciliarnos con nuestro pasado. Esto implica revisar las experiencias que hemos vivido, especialmente las que involucraron a nuestras principales figuras de referencia: nuestros padres.

Muchas veces, las emociones reprimidas provienen de heridas no sanadas en nuestras relaciones con mamá o papá.

Por ejemplo, cuando hemos sentido que no fuimos lo suficientemente atendidos o comprendidos por ellos, es común que proyectemos estas carencias en nuestras relaciones actuales, generando ansiedad y malestar.

 

 

Dejar de criticarnos

Un aspecto clave en este proceso de integración es dejar de juzgar negativamente nuestras experiencias presentes y pasadas. Todo lo que hemos vivido tiene un propósito y un aprendizaje, pero es difícil descubrirlo si seguimos anclados en el resentimiento o la culpa.

La clave está en reinterpretar el pasado con una nueva mirada, entender que todo lo que vivimos, por más doloroso que haya sido, nos ha formado y tiene un valor positivo en nuestro crecimiento personal.

Pregúntate

¿Qué experiencias vividas sigues juzgando como negativas y cómo influyen en tu vida actual?

¿Cómo podrías reinterpretar un acontecimiento que te hizo sufrir para encontrar en él una enseñanza valiosa?

 

“La intensidad de la angustia es proporcional al significado que la situación tenga para la persona afectada, aunque ella ignore esencialmente las razones de su ansiedad.”

Karen Horney

 

El peligro de priorizar las necesidades ajenas

Poner en primer lugar las demandas de los demás es especialmente común en personas demasiado empáticas y con una alta disposición a evitar conflictos. Sin embargo, este comportamiento, que a simple vista puede parecer positivo, es una de las principales causas de la desconexión interna.

Cuando estamos demasiado enfocados en los demás, dejamos de atender nuestras propias necesidades y deseos. En el largo plazo, este desequilibrio genera un vacío emocional, donde la ansiedad aparece como un recordatorio de que es necesario volver a centrarnos en nosotros mismos.

 

Las lealtades nos llenan de ansiedad

La tendencia a poner a los demás en primer lugar está fuertemente influenciada por las creencias adquiridas en la infancia, especialmente en la relación con la figura materna.

Si, por ejemplo, crecimos en un ambiente donde mamá priorizaba sus problemas y no nos brindaba suficiente espacio emocional, es probable que hayamos desarrollado la creencia de que nuestras necesidades no son importantes.

Pregúntate

¿En qué áreas de tu vida has puesto las necesidades de los demás por encima de las tuyas?

¿Qué consecuencias has experimentado al no priorizar tus propios deseos y anhelos?

 

La agresividad saludable: un recurso para la sanación

Aunque socialmente se tiende a ver la agresividad como algo negativo, la agresividad es la capacidad de defender nuestro espacio, de establecer límites y de actuar en función de lo que realmente queremos.

La agresividad saludable no implica dañar a los demás, sino todo lo contrario: nos permite reconectar con nuestra autoridad personal y tomar decisiones que respeten nuestras necesidades.

Cuando recuperamos esta parte de nosotros mismos, dejamos de estar tan preocupados por la opinión o las demandas ajenas. Allí comenzamos a priorizarnos, lo que disminuye significativamente los niveles de ansiedad.

 

Aprendimos a reprimir nuestra energía agresiva

La agresividad saludable es especialmente relevante cuando, debido a nuestras experiencias pasadas, hemos aprendido a reprimir nuestra agresividad por miedo a ser rechazados o malinterpretados.

En realidad, la falta de expresión de esta parte de nuestra personalidad puede generar un gran malestar interno, ya que nos lleva a vivir en un constante estado de autocensura y represión emocional.

Pregúntate

¿De qué manera reprimes tu capacidad para establecer límites en tus relaciones personales?

¿Cómo podrías expresar tu agresividad saludable sin sentir culpa o miedo al rechazo?

 

 

Soltar el control y aprender a fluir

La ansiedad a menudo está relacionada con la necesidad de tener todo bajo control, de prever todas las posibles contingencias y evitar cualquier situación de incertidumbre. Sin embargo, la vida es, por naturaleza, incierta e impredecible.

Pretender controlarla en su totalidad no solo es imposible, sino que genera un gran desgaste emocional. Comprender esto es uno de los grandes desafíos para quienes sufren de ansiedad.

 

Confiar, confiar, confiar

Para gestionar la ansiedad, es esencial aprender a fluir con lo que la vida nos presenta. Confiar en que, pase lo que pase, tendremos los recursos necesarios para enfrentarlo, ya que, de todos modos, no podremos hacer mucho más.

Este proceso de soltar el control está directamente relacionado con la flexibilidad emocional. Según la sabiduría taoísta, la persona más sabia es la que sabe adaptarse a las circunstancias y fluir con los cambios.

Pregúntate

¿Qué aspectos de tu vida intentas controlar excesivamente y cómo te afecta esto emocionalmente?

¿Qué podrías hacer para practicar la flexibilidad emocional y aprender a fluir con la incertidumbre?

 

“No podemos impedir que sople el viento, pero podemos construir molinos.”

Proverbio holandés

 

Pasar a la acción para transformar nuestro estado interno

La ansiedad es una señal de que nuestro cuerpo pide una reacción.

No todos reaccionamos igual ante los mismos estímulos. Cada respuesta está influenciada por nuestros recuerdos y experiencias familiares.

Por tanto, cada episodio de ansiedad es una oportunidad para descubrir aspectos ocultos de nuestra historia personal y entender mejor nuestras emociones.

 

El regalo que nos ofrece la ansiedad

Gestionar nuestra ansiedad implica un trabajo profundo de reconciliación interna, que incluye la reconexión con el cuerpo, el abandono de creencias limitantes y la revisión de nuestra relación con nuestros padres.

Al hacerlo, podemos reinterpretar nuestras experiencias, soltar el control y permitirnos vivir con mayor paz y libertad emocional. Así, puede convertirse en una excelente oportunidad para “re-conocernos” y comenzar a manifestar nuestro verdadero potencial, dándonos la libertad de ser quienes realmente somos. 

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:

 

En este podcast, Enric Corbera nos da algunas claves para gestionar la ansiedad: ¿sabemos qué es y cómo la podemos gestionar? ¿Qué función adaptativa tiene? ¿La ansiedad puede aportar un mensaje para nuestro crecimiento?

 

En esta participación en el congreso de la Asociación Española de Psicología Sanitaria, David Corbera ofrece una mirada muy completa sobre la ansiedad y cómo abordarla.

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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